Ejercicio de escritura: Olvida la idea del trabajo como obligación. Piénsalo como algo que haces por gusto, por la satisfacción de ver cómo te vuelves más hábil con la práctica, por la fluidez placentera de una nueva facilidad al ejecutar algo creativo (a diferencia de un quehacer tortuoso). Con eso en mente, describe tu trabajo ideal. Lo que estarías felizmente dispuesto a hacer ocho horas al día. No tienes que ser realista. No hay restricciones sobre la practicidad o utilidad de ese trabajo.